AL HIJO DE MI DOLOR
Hijo amado,
me falta vida
para evocar
la tarde aquella
en que por camino
bordado de flores,
llegaste
hasta mi regazo.
Tu pequeño llanto
como gorjeo
de tibio pajarillo,
se quedó en mis oídos
para siempre.
Hijo amado,
tú me convertiste
en madre,
en voz de arrullo,
en risa y llanto.
Tú me enseñaste
a amar.
¡Cuántas noches
te acuné
en mis brazos
inexpertos!
Y lloré contigo,
inocente
y puro amor.
Hijo de mi dolor,
hoy que eres
un hombre al fin,
se contrista mi alma
por el daño que te causó
mi inexperiencia.
Mas por ser tú
mi primogénito,
en ti he puesto
mi bendición.
INGRID ZETTERBERG
Dedicado a mi amado
hijo Raphael
De mi poemario
"Ciento cincuenta
poemas del alma"
Derechos reservados
Safe Creative Cta. 1006080193112
Que bellos y elegantes versos le dedicas a tu primogénito. Siempre tan especial el amor de una madre para con sus hijos.
ResponderBorrarUn fuerte abrazo amiga Ingrid.
Gracias amigo Juan por visitar mis versos y dejarme tan bella respuesta. Un abrazo grande.
BorrarNada existe de mais belo para uma mulher ( e homem) que o nascimento de um filho. ( e depois os netos )
ResponderBorrar.
Cumprimentos poéticos.
.
Pensamentos e Devaneios Poéticos
.
Así es, Rykardo, cuando nacen los hijos son días para celebrar francamente, y luego cuando los nietos van llegando también son días de emoción. Gracias por recorrer mis versos y dejarme tu respuesta tan bonita y comprensiva. Un saludo fraternal.
BorrarPrecioso y emotivo, sobran las palabras.
ResponderBorrarSaludos Cordiales.
Gracias José Antonio por asomarte a mis versos y dejarme tu grata huella. Un cordial saludo también.
BorrarQue ternura y cuanto amor emanan estas palabras del recuerdo de una madre primeriza; cuantos errores cometimos pero por no tener idea que hacer, vamos a perdonarnos todo. Estamos todos bien al final =)
ResponderBorrarSaludos, Ingrid linda!
Querida amiga Hada mucho te agradezco tu paso por mis versos y tu sincera y hermosa respuesta. Un abrazo grande.
ResponderBorrar