AMIGOS MÍOS DEBAJO DE TODOS LOS VÍDEOS DE CAMILO SESTO SE ENCUENTRAN LOS VÍDEOS DE MIS POEMAS Y TAMBIÉN MUCHOS POEMAS MÍOS ESCRITOS, BAJANDO CON EL MOUSE LOS ENCONTRARÁN. LES AGRADECERÍA LES DEJARAN ALGÚN COMENTARIO SI DESEAN.

viernes, 27 de mayo de 2016

¡Madre!



¡MADRE! 


Amada mamá,
ya te has ido
como esas hojas de otoño
que se dispersan
con el viento.

Nunca más
tu sombra humilde
rozará la alcoba
que te vio partir
aquel Noviembre.

Como esas aves
que emigran
hacia el misterio
te alejaste de mi sendero,
¡madre!

Como esas aguas
que se deslizan del manantial,
has descendido al silencio...
y mi voz olvidó
la palabra "mamá"

Mi voz gastada
ya no te nombra...
quizás a veces a solas,
inutilmente...
vuelvo a ser niña
y te llamo en mi dolor...

Pero tú te quedaste
en aquel oscuro rincón,
olvidada en tus cenizas...
y está desierto tu balcón.

¡Madre!
¡no te vayas!
que no dejen tus manos
de acariciar mis cabellos...
que el temblor de tus dedos
abra aún el precario monedero
para ofrecerme
unas monedas de puro amor.

¡Cuánto has aliviado mis penas!...
en cada época de mi vida
fuiste sembrando
tiernas semillas,
doradas y pulidas
en el huerto de mi corazón.

¡Madre!
Ahora ya reposas en mí...
te guardo en mi alma
para siempre
y tus últimas miradas
de ruego y silencio
descansan en mi recuerdo.


INGRID ZETTERBERG

(De mi poemario Fragancia espiritual)

Todos los derechos reservados
S.C. Cta. Nº 1107040430657






lunes, 9 de mayo de 2016

Dame...




DAME....


 
 Dame palabras de brisa
que mitiguen soledades.
Dame pétalos lilas
que tiñan con sus bondades
mi andar sin tanta prisa.

Blancos silencios
con la nieve del tiempo;
un pasar de años
apacibles y lentos.

Dame voces amables
que atisben mis umbrales;
que toquen a mi puerta
un caudal de emociones;
que me brinden su amistad
mariposas y gorriones...

Que mi sombra habite mi huerto,
y pueda cosechar
la labor de mis manos.
Dame un gesto tierno
en los ojos de mis nietos.

Que visiten mis pasos
aunque ya se hagan viejos;
que me inviten un dulce
de sus tesoros eternos.

Dame una fuente que ría
entre negras piedras sombrías;
y el sonido leve del agua
golpee suavemente mis mañanas.

Que alguien en la faz del mundo
se impregne con mi esencia
y vaya saboreando mis prosas,
mis versos y vivencias.

Dame largura de décadas
y cumplidas promesas.
Y no olvides que fui el ave mansa
que agonizó en la espera.

Que fui tórtola cobijada
bajo el alero de tu templo,
donde la blanca escarcha
me cubría de silencios.

Dame por fin tu abrazo
que ablande mis decepciones
cuando atraviese la luz
y me arrope en tu regazo.



INGRID ZETTERBERG

Dedicado a mi Padre celestial

(De mi poemario "Tu luz y mis versos")

Todos los derechos reservados
S.C. Cta. Nº 1107040430657