MI REMANSO
Te amo en el recuerdo
de lo que fuimos los dos
en otro tiempo,
en los otoños vencidos
de largas esperas,
en los panes recién horneados
que traían tus manos.
Se me ha quedado la palabra
olvidada en el tintero,
se me ha secado el sentimiento
pero igual te amo en el recuerdo,
aunque ya estemos viejos.
Te amo porque en las noches tu cuerpo
necesitaba mi aliento
para seguir resistiendo.
Éramos uno los dos,
éramos uno.
¿Quién manchó nuestro sendero?
Si tú te fueras,
un retazo de mi ser se iría a buscarte
en otras tierras.
Te seguiría al abismo insondable
donde moran las almas errantes.
¿Es que no entiendes que tu piel es mi piel?
¿Que si el rocío empapa tus canas,
se mezclará con mis lágrimas también?
Te amo en el recuerdo
que golpea mi sien.
Pero calla,
pongo mi mano sobre tus labios,
ya todo está en paz.
Vuelve tu alma a ser mi remanso.
INGRID ZETTERBERG
Dedicado a mi amado esposo
en los tiempos en que yo aún
guardaba mis tristes esperanzas.
Año 2,012
De mi poemario
"Por el valle de los aromas"
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