(Conversando con mi Jesucristo amadísimo)
Lazo de unión
Te amo Jesús, déjame encontrar bajo las piedras del camino, tu perdón, pues ya mi fe
se ha ido gastando, y ya sólo me queda mi humano corazón, agotado en esta espera
cruel.
¡Cómo hablan los que nunca pisaron el fondo del dolor! ¡Cómo abren sus bocas
atrevidas y orgullosas, para exhortar sin amor! Los que no conocen la oscuridad,
los que nunca estuvieron agazapados en la sombra, comiendo las migajas de una
mesa ajena. Pero tú estás conmigo Jesús, y me has consolado. Has estrechado
el lazo que nos une, desde la eternidad; y entre tus manos heridas has sanado mis
alas. ¡Soy libre al fin! Y ya no quiero volar, hoy sólo quiero anidar en lo hondo
de tus manos.
INGRID ZETTERBERG
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