
(Verdadera foto de mi perrita "Tobi")
Regalo idóneo
Padre, que desde antaño te paseas en mi dolor,
¿cómo no ibas a estar tú en este preciado jardín?
En un recodo de finas hiedras, te he sembrado,
con tu saludo musical, y tu sonrisa plena de ayer.
Estabas entrando a nuestra casa; ¿fue en Octubre?
no lo sé...¿Fue en uno de esos veranos que agonizan
esperando al otoño?, quizás....
Pero llegaste junto a un sol travieso, que danzaba
en las paredes, y yo tenía 11 años, ¿lo recuerdas?
Llegaste con la sorpresa más tierna, diciéndome
entre sonrisas: -"Mete tu mano en mi saco"-
Y toda curiosa de ojos y manos, hurgué en tu
bolsillo, y me topé con un montoncito de suave
pelaje blanco, que dormía tibiamente ovillado.
Nunca se irá de mi alma, este regalo que le hiciste
a mis mejores años. Le puse por nombre "Tobi",
y fue la inocente compañera de mis juegos y
correrías adolescentes, mi perrita blanca, como
una mota entalcada y alegre, alborotó de emociones
la época más pura de mi vida.
Padre, nunca te lo he dicho, pero ella nos inició en
la escuela de la ternura, en el plácido hogar.
Fue el regalo más idóneo, para mi ancho corazón.
Padre, hoy mi amor se nutre de aquel lejano
recuerdo, y tus miradas; como las palabras que
pronunciaste tan sólo ayer: -"Yo te extraño, hija."-
INGRID ZETTERBERG
Dedicado a mi amado papá
de mi poemario "Jardines de antaño"
Todos los derechos reservados
S.C. Cta. Nº 1006080193112